Primero: Una de las cosas más importantes es limpiar bien la cara tanto por la mañana, para eliminar los excesos de sudor etc de la noche y por la noche, para eliminar los restos de maquillaje y la polución acumulada durante todo el día. Para esto lo mejor es usar un buen desmaquillante y a continuación un gel para limpiar la piel. Yo aconsejo que para desmaquillaros uséis una loción de agua micelar que es para todo tipo de pieles (ya que la leche engrasaría demasiado) y después un gel sin jabón ni alcohol, ya que estos resecan demasiado. El gel que lleve ácido salicílico, os hará una pequeña exfoliación y eliminara la suciedad de los poros.
Mis favoritos: agua micelar de Vichy y crema-gel sin jabón de Salises.
Segundo: El segundo paso es el tónico, aunque para mi no es básico, es el producto ideal para cerrar los poros. Sobretodo tiene que ser sin alcohol, por lo mismo que el gel, para no resecar.
Mis favoritos: Tónico de sidra y almendras de l'Occitane y tónico de avena de Babe.
Tercero: Ahora toca hidratar. Nunca hay que olvidarse de este paso, porque el tener la piel grasa no significa que no debamos hidratarla. La hidratante tiene que ser libre de aceites y antibacteriana.
Mis favoritos: Hidratante matificante Clenance de Avene y hidratante matificante al agua de Galénic.
Cuarto: El cuarto paso es una buena mascarilla purificante 1 o 2 veces por semana. Podéis hacerla natural de arcilla verde o blanca que van francamente bien.
Mis favoritos: Mascarilla de arcilla blanca de Biotherm.
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